Escribo estas palabras, con el simple hecho de narrarlas cada mañana. Desahogarme en esta carta, es lo que más he hecho en toda mi existencia.
A pesar de gritar, lo único que puedo hacer es escribir las emociones que fluyen dentro de mis dedos al mostrarlos en esta hoja en blanco...
Sentimientos de duda, ansiedad, descontrol, locura, odio, alegría, tristeza, llantos.
No necesito que lo lean. Y mucho menos que me entiendan.
Estas palabras simplemente son para mi alma. Para mi entidad y mi conciencia.
Desahogarlas debo hacerlo. Pues me es imposible ausenciarlas en la etapa de esta vida.
Palabras concretas probablemente encuentres o no aquí.
Palabras rudas e inútiles, sin sentido o con ello.
Odio
Depender de las personas, es lo que más odio.
Que me utilicen para sus beneficios y más aún, que se ofendan al no brindarles.
No hacer su trabajo, a pesar de ser considerada con ellos/as.
No respetar los gustos, creencias, actividades.
Obligarme a aceptar un hecho, actividad, creencia, gustos.
Errores
Uno (de los tantos) errores míos fue no mostrar la verdadera persona que soy. Cubrirme con una máscara de falsedad y alegría.
Es por eso, sus consecuencias, me traen a ésto.
Alejarme de ellos
Alejarme de lo que yo he provocado. De mis errores, de mis angustias, y de dejar sin huella lo que he hecho.
Pero veo que es doloroso...
Aprender a ser como soy en frente de las personas es difícil...
Lo que necesito
Debo admitir que soy una persona que necesita amor constante. No me importa de qué manera sea. O de qué intención va.
Depender de los demás... aunque lo odie, lo necesito en muchas ocasiones. Por eso te tengo a ti.
Muéstrame como eres en realidad.
No dejes que la timidez te inunde en ese mar de miedos.
Ser una persona más fuerte. No influenciarme por los demás. Mostrar mis opiniones y gustos.
No quedarme callada.
El silencio lo dice todo, pero también provoca otras intenciones que ni tú puedes manejar.
