Siempre exactamente el mismo cielo y siempre el mismo día.
Lo único diferente es que no estás aquí.
Pensé que te había dejado ir. Sin que quedara nada.
No, no. Todavía no he sido capaz de dejarte ir.
Anhelándote, estoy anhelándote.
Porque te anhelo…
Te llamo y te llamo cada día.
Extrañándote, te estoy extrañando
Porque te extraño…
Ahora llamo tu nombre como un hábito.
Incluso Hoy.
Día a día, siento que muero.
¿Así que qué puedo hacer?
Amarte, amarte.
Te amo.
Sin ser capaz de decirte…
He tenido que dejarte ir así.
Lo siento, lo siento.
¿Puedes escucharme?
¿Podrías ser capaz de escuchar mi tardía confesión?
Te amo.