No vuelvas a mí .
Prometiste que dejarías de insistir.
Cuando aprendas a dominar tus adicciones,
Y cuando sepas cómo me siento...
Ven, que tengo los brazos abiertos.
Dijiste que callarías,
Que dejarías.
Pero no veo eso en ti.
Sigue consumiéndote,
el deseo de adicción.
Como los demonios en tu interior...
A mi me consumieron, también.
Pero logré volver.
Pude rescatar lo poco que quedó.
Pero insistes;
Y te dejas dominar.
¿Acaso las adicciones son más fuertes que tu amor?
Cerraré las puertas, las ventanas
Y encenderé la chimenea.
Los demonios aparecen,
Y no dejan de repetir lo que quieren.
Sin poder actuar,
Sigues la corriente.
Poca voluntad, te he de ver Dios, quizás.
No dejes que te consuman.
Por favor, lucha.
A menos que te rindas,
Por la falta de amor.
De tu amor.
A mí.
Si correspondo,
¿Qué será de mí?
¿Qué será de ti?
Me odiaré a mi misma,
mucho más de lo que hago habitualmente.
Dejarás de verme como antes.
Una niña inocente, tímida, sensible y con mucho amor.
Me verás como una adolescente, desesperada, necesitada,
Como un uso más;(una herramienta).
Sólo para satisfacer tus necesidades sexuales.
¿Así me has de ver el día de mañana?
No...
Así me ves hoy.
Ya es tarde.
Tu culpa por atraerme al pecado.
Mi culpa por seguirte conscientemente.
No tiene nada de malo tener sexo sin amor.
Lo malo es fingir amor para tener sexo.
Lo que más quiebra a éste pobre corazón.
Porque no es capaz de entender,
Que tú... ya no estás.
Y quiero llorar,
Pero no pienso en derramar éstos sentimientos
Que apenas tendrán que acabar.
Tarde o temprano.
Tu necesidad: La lujuria.
La mía: El amor.