Quizás fue una premonición aquél sueño.
Y entre casualidades descubrí que te alejaste de mí.
Me diste una oportunidad y esperaste mi regreso. Sin embargo, con mi ausencia ya te di una respuesta.
Te fuiste sin despedir, entre el silencio y el dolor de un amor ajeno, sin exigir y discreto.
Adiós,
mi amor de ensueños.