Estoy feliz de que lo hayas cumplido. Gracias por no romperla. Asististe como lo prometiste. Pero...
no lo hiciste por mí.
No me darás un poco de espacio, ni un poco de tiempo y mucho menos un poco de amor.
Después de todo...
yo siempre he de ser la última en tus momentos, en tu tiempo, en tu espacio y en tu amor.
Debo dejar de acostumbrarme a los milagros.