Debo admitir que estoy conociendo personas nuevas, con distintas historias y aficiones.
Es divertido, y me ayudan a disfrutar más de mi tiempo libre. Y, a veces, a olvidarme de ti.
Gracias a estos amigos, soy capaz de vivir un poco de mi felicidad con ellos, a recordar esos momentos alegres y a evitar embriagarme de tu aroma.
Me siento triste.
Al darme cuenta de que tú no me necesitas y nunca me necesitaste. Y sí, ¿qué podrías hacer en ésta situación, donde ambos estamos tan lejos, donde la distancia puede ganarnos?
En éste período yo no soy más que una niña, que necesita de tu amor constante. Pero me niegas y me recuerdas una y otra vez: " ¡Cómo puedo amarte si no estás aquí conmigo!".
Y amar no es solamente estar en contacto con la persona. Amar es dedicarle tu tiempo a aquella, a regalarle recuerdos, a brindarle sonrisas y charlas nocturnas que de ello, jamás se olvida.
Pero no lo entiendes... necesitas ese tipo de amor. Poder abrazar, tocar, sentir.
Yo también lo deseo, pero para el amor no hay fronteras... esas fronteras que tú mismo decides hacerlas realidad. Aquella distancia, esa "excusa".
No me digas que no puedes amarme de ésta forma. Que no puedes demostrarme tu amor.
Entonces...¿Cómo me enamoré de ti?¿Cómo te enamoraste de mí?
Por que nos dimos tiempo, momentos y charlas.
Por que el amor jamás estuvo demás.
Por que estábamos desesperados.(Y yo aún lo sigo estando)
Por que jugábamos como niños y nunca nos cansábamos.
Por que yo aún te amo. Mi propio ser exclama tu pobre e insuficiente amor.
Por que aún espero...