Quizás siempre fue así,
Quizás la muerte me quiere a mí.
Los árboles me llaman,
las raíces me atrapan;
el agua que vierte en el sendero
no deja de recorrer mi cuerpo.
Largas caminatas por la misma senda,
pisadas perecederas en la tierra.
Llueve, trona, no dejan huellas.
Vuelve la historia.
De nuevo empezará.
Atrapado bajo las mismas raíces,
sintiendo otra vez las vidas pasar.
¿Cuándo emergeré de aquí?