Sin embargo añoro el calor que dejaba bajo mi piel y sólo permanecen las marcas que quizás se borren con el tiempo.
Estoy empezando a sentir el frío y la ausencia de tu compañía.
Me estremezco y comiezo a llorar.
Oh, cariño. Cuánto te extraño.
Volver a divagar entre los recuerdos es tan doloroso pero sé que olvidaré tu rostro dentro de poco. Dentro de poco...
Un nuevo lazo me atrapa. No es distinto al anterior pero tampoco iguales.
No soy yo. No busco el amor. Ellos me eligen. ¿Por qué me eligen?
La Razón, la Experiencia y el Miedo se interponen. No quieren que vuelva a caer pero mi Corazón es testarudo, no importa cuántas veces salga herido, el hambre constante de amar lo arrasa todo.
¡Una oportunidad!, ¡una oportunidad!
Noches pensando, analizando, negando que haya algún avance, reformulando y reordenando mis pensamientos. Tengo la fuerza necesaria para hacerlo.
Pero cuando estoy frente a ti... todo se desmorona. Vuelvo a estar confundida, arrepentida, indecisa. Como si me dominase más el corazón que la razón.
¿Qué debo hacer?, ¿qué es lo correcto y lo que no?, ¿por qué sigo lastimándote?
No soy una buena persona.