lunes, 19 de diciembre de 2016
Carlos Sadness — El Interior de las Palmeras
Voy a romperlo todo, estoy decidiendo cómo. He perdido el equilibrio entre tus huesos y los míos. Has que me caiga al fondo del negro de tus ojos, puedo ver el precipicio y las veces que caímos. Voy a pasar a la historia como la persona que nunca debió pronunciar tu nombre, creando un grave cambio de estación. Tal vez nunca debió salir ese incendio dentro de mí que arrasó con tu esplendor eterno y desde entonces duermo con los ojos abiertos, para no tener sueños cruzando el interior de las palmeras.
Duermo, duermo todo el invierno y en verano despierto, cruzando el interior de las palmeras. Y cuando quieras sumergirte hasta el fondo me mirarás fijamente a los ojos y te mojará la tormenta que hay aquí, ya te avisé, mira: no, no podrás salir. Lo noto en los huesos y hasta en mi cama, la soledad es como una casa en llamas. Respiro el humo que sale de nuestras heridas, se lo llevó el viento de la despedida. Me vuelves planta de interior, que no le puede dar el sol creciendo en el centro de tu pecho. Y corto tu respiración y me proyecto al exterior rompiendo los límites del cielo...