Supe que no todo había terminado en aquella entrada de este blog, a pesar de que me convencí de que iba a ser el último dirigido a ti. No iba a terminar de esa manera.
Luego de que hayan pasado los años, del dolor que sentía, la traición y del odio profundo y vengativo hacia ti, nuestros caminos volvieron a cruzarse por un corto lapso.
Finalmente logramos, o mejor dicho logré, deshacerme de aquellas palabras guardadas, empolvadas. De decirte todo lo que mi corazón cobarde ocultaba, lo que un corazón cobarde es capaz de callar.
"PD: Lo siento"
Y bastó aquellas simples palabras para que todo ese odio y rencor que mantuve tanto tiempo, se fueran. Desaparecieran entre mis lágrimas.
Muchas gracias, Edwin.
Estoy curada.