Prefiero ser una sombra,
pasar al rededor sin ser percibido.
Ser completamente invisible ante los demás.
Que sus ojos no posen sobre mí,
que las críticas me sobrepasen,
que las miradas no lleguen a esta imperfección.
Desde lejos verlos es mi pasatiempo:
Reír, jugar, bromear, hablar.
Uno de esos días,
normales como cualquier otro,
percibo una esencia...
Especial, de algún modo.
(Ignoro el motivo)
Volver a mirarlos,
a disfrutar con sus actividades.
Un aroma lleno de vida
pasa sobre mi rostro.
Me encuentro en el pasillo,
¿Quién eres tu?
¿Por qué me hablas?
Te fijaste en una simple sombra,
oscura, opaca y sin vida.
Me enseñaste a reír,
a llorar, a valorar.
Nunca pensé que fuese tan hermoso,
este sentimiento que siempre he observado.
Dime..¿Quién eres?
¿Porqué me hablas?
Eres una humana, que simplemente me vió.
La única, mujer.
No podré darte lo que deseas,
ni sentimientos como aquellos.
Daré todo de mí,
expresar todo lo que siento,
puede ser difícil.
Perdóname...
Sólo soy una sombra,
oscura, opaca y sin vida.
Cuyos sentimientos han brotado.
Gracias a ti, mi amor.
Déjame ser tu guía.
Acompañarte en todas tus penumbras.
Déjame ser la espada,
que contra el filo no se daña.
Déjame ser el escudo,
protegerte ante los conflictos de tu corazón.
Y ser la sombra que este contigo, mi amor.