domingo, 9 de abril de 2017

Sólo sé...

Que aquella tarde taciturna y tranquila,
Un beso se ha escondido en dicha esquina,
Esperando a que jugase con ella a las escondidas.

Tarareante me acerqué con pasos traviesos,
Estaba emocionado esperando su obsequio.

Enloquecido por probar aquellos deseos,
Xerófila te mostraste (no pude comprender aquello) y
Torpe, como un niño, sólo seguí el ritmo.
Rosas espinosas me lastimaron sin poder advertirlo,
Abruptamente, con sorna como es de tu estilo,
Ñuzca te mostraste, alejándote de mi cobijo.
Osadía de aquel día, taciturna y tranquila.