lunes, 22 de julio de 2019

Calidez.

    Cuesta volver a reencontrarse con la soledad después de tanto tiempo, aquella que disfrutaba cada día con simpleza. Más ahora sólo me produce tristeza y melancolía.
    Añoro ese tiempo y espacio que solía usar en cálidas intimidades que jamás podrán volver y recordar el deleite de saborear un amor lleno de ternura.
    Nunca estuve sola, si bien tengo mis ángeles que me protegen y sin embargo extraño el calor de un alma humana, pero no cualquiera. Lo extraño. 
    Y aún en mis noches, cuando me vuelvo débil, sostengo tu mano. 
    No es el único momento en donde te recuerdo. Y quizá mi inconsciente te busca constantemente, porque estás presente en rostros, miradas, comportamientos ajenos: en un compañero de clase, un desconocido por internet y un actor de televisión. No dejo de verte.
    Tu mirada juguetona, tu sonrisa infantil. Es la parte que más extraño de ti. Volver a mirar ese rostro una vez más hasta que me llene de calidez el corazón.