Me sigue doliendo como una estaca clavada en el centro de mi pecho; como una grieta que no se cierra.
Algo que no puedo rellenar y mucho menos remover.
¿Desde cuándo dejé que mis necesidades dependiesen de una persona que no sea de mí misma?
Estoy hambrienta y no puedo satisfacerme con sólo migajas.
Y lo peor es que tú no te das cuenta.