jueves, 26 de diciembre de 2013

Navidad ~

    Cada vez que los años pasan; que mi cuerpo se hace viejo, veo cómo nosotros cambiamos la Navidad.
    Siento que poco a poco estamos perdiendo el sentido de la misma. 
    Cohetes, comidas, regalos... son simplemente preocupaciones por ésta festividad.
    ¿Y nuestro corazón?¿Lo tenemos preparado ante Dios?
    Nos decimos entre sí que ésta sería una buena oportunidad para estar en familia, pero no ponemos en práctica nuestro amor hacia ella.
    Simplemente comer, tirar cohetes y una pequeña charla iniciativa.
    ¿Dónde quedó el sentido verdadero?
    Yo no me he preparado.
    Estuve tan metido con los regalos que he ignorado completamente estar al servicio de mi Padre.
    Y lo siento por eso.
    Las conversaciones se están perdiendo. Aún así, no dejen que lo mundano les absorba todo el tiempo que tienen para Dios. Prepárense ustedes mismos, realizando buenas obras y amando a sus prójimos. Y no sólo para Navidad, si no todos los días. 
Feliz Navidad Tardía.
:)

Si pudieras verme ahora – Cecilia Ahern

  Cuando se cae un vaso o un plato al suelo se oye un estrépito.
    Cuando una ventana se hace añicos, una pata de mesa se quiebra o cuando un cuadro se desprende de la pared se oye un chasquido.
    Pero en lo que al corazón atañe, cuando éste se rompe lo hace en el más absoluto silencio. Dirías que siendo algo importante debería hacer el ruido más fuerte del mundo entero, o incluso emitir algún sonido ceremonioso como la vibrante resonancia de un címbalo o el tañido de una campana. Pero guarda silencio y casi deseas que haga un ruido que te distraiga del dolor. Si hay algún sonido es interno. El corazón grita y sólo lo oyes tú. Es un grito tan fuerte que te zumban los oídos y te duele la cabeza. Se retuerce dentro de tu pecho como un gran tiburón blanco atrapado en el mar; ruge como una osa a la que han arrebatado a su osezno. Eso es lo que parece y así es cómo suena, como una enorme bestia que se revuelve presa del pánico en una trampa, rugiendo como si fuese prisionera de sus propias emociones.
    Pero así es el amor: nadie queda fuera de su alcance. Es tan desaforado como eso, tan vulnerable como una herida en carne viva expuesta al agua salada del mar, pero cuando el corazón se rompe, lo hace en silencio. Sólo gritas por dentro y nadie te oye.

martes, 10 de diciembre de 2013

Tonto.

Deja de buscar
Deja de esconder
¿Por qué no te revelas?
Pero... decides quedarte ahí.

¿A caso no sabes qué espero?
No te das cuenta de que simplemente estoy
Ahí para ti.

Pero te quedas.
Buscas otras maneras.
Y debes saber que para conocer cómo se siente el agua,
No es sólo averiguar de qué está compuesta...
Si no percibirla.

No pido que comprendas.
Sólo ámame como aquella primera vez.

sábado, 7 de diciembre de 2013

martes, 3 de diciembre de 2013

El amor...

El amor es ciego. Pero tú, tonto, ¡date cuenta de que te estás tapando los ojos!