sábado, 27 de mayo de 2017

Diferencia.

    He cambiado y sacrificado la fibra más íntima de aquello que va más allá de mi ser.
    He perdonado cada estaca que tú clavaste sin querer y aquellas que lo hiciste por poder.
    He esperado cada día, a pesar de que la paciencia no haya sido mi mejor guía.
    Sin embargo...
   Tú te niegas a cambiar y a sacrificarte por un bien.
    No me perdonas por aquello y te llenas de un rencor orgulloso y no lo entiendo porqué.
    Desvaloras el tiempo que te regalo, haces falsos compromisos y de mi boca sólo sale un : "está bien".
    Y no estás listo para tener una relación de esta manera, y yo no estoy lista para amar a alguien si quiera.
    Porque todo lo que doy, brindo, regalo, no es valorado. Y de tanta amargura, debo volver a amarme a mí misma sin ninguna duda. De si realmente me amas o sólo disfrutas ajenamente, egoístamente, cuando te acuerdes que hay una tonta, a tu disposición siempre y a toda hora.

lunes, 22 de mayo de 2017

Miedo del pasado.

    El frío llega hasta mis huesos.
    Las ganas de vomitar incrementan con cada gemido que tengo. No lo puedo parar, sin embargo sé que no estoy sola pero tengo tanto miedo.
    Ese hombre ha despertado el temor que nunca creí que provocaría en mí, no esta vez, pero me he equivocado.
"Es un hombre malo. Muy malo"
"Tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo..."
    Niña no llores. Que no dejaremos que te haga más daño. No otra vez. 
    Y me encierro, buscando cobijo de aquellos seres que siempre estuvieron a mi lado. Silenciosos, calmados, sabios.
    Su tranquilidad provocan en mí la ausencia de aquellos temores en los cuales no soy capaz de controlar.
    Esos seres que arrasan destruyendo todo. Mi vida. Mi fortaleza. Mi corazón.
    Lágrimas inundan nuevamente este barco en medio del océano salado. 
    Los ojos de Dios me observan de entre las nubes blancas y esponjosas.
    Sé que no estoy sola.
    Y en este día, de entre tantos días, contemplo su rostro (sé que no soy digna de ello) y preguntas inundan mi cabeza: "¿Por qué él?, ¿Por qué yo siempre me arrodillo ante él?, ¿Por qué siempre soy yo la que pide perdón?, ¿Por qué soy la única que acepta los cambios y él no?, ¿Porqué es tan orgulloso conmigo?, ¿Por qué no puede abrirse hacia mi?"
    Perdóname por no haber podido seguir, por ser pecadora, por continuar cayendo en los mismos errores una y otra vez. Por no devolver con la misma moneda todo lo que me has brindado (y mucho más). Por defraudarte tantas e inumerables veces.
    Sé que con tu amor inmenso me sostendrás y no me dejarás caer. No me dejes caer. Te lo suplico.