Hora de detenerse, de seguir por la vida sin un rumbo fijo y empezar a asentar los pies sobre el pavimento frío y agrietado.
No logro recordar los malos y buenos momentos que pasé desde hace 7 años. Ando a favor de la corriente, como pez dejándose llevar por el mar.
Creí que era lo correcto dejar fluir los anhelos, mis emociones, mis sueños, mis intentos, dejar mis preocupaciones y mis fracasos a un vacío de indiferencia.
Creí que era lo correcto dejar fluir los anhelos, mis emociones, mis sueños, mis intentos, dejar mis preocupaciones y mis fracasos a un vacío de indiferencia.
Pero eso no me está llevando a ningún lado.
El timón requiere de un capitán para poder manipular el barco.
Y yo terminé en aguas profundas por dejar que el mar me guíe.
Debo detenerme porque empiezo a marearme.
Tengo que llegar a un puerto.
El timón requiere de un capitán para poder manipular el barco.
Y yo terminé en aguas profundas por dejar que el mar me guíe.
Debo detenerme porque empiezo a marearme.
Tengo que llegar a un puerto.
A un punto de inflexión.