¿Son parte de mí?, ¿o sólo son residuos remanentes de amores marchitos que se niegan a perecer en el olvido?.
Recordatorios de una niña con un alma inocente, ingenua y herida, cuyo amor jamás logró madurar. La vida, por hacerla más fuerte, le dejó marcas y golpes difíciles de sanar.
Vuelve el pasado a mí forzosamente y estoy cansada de lidiar con personas cuyo rostro no logro recordar, ofreciéndome promesas rotas y sentimientos retorcidos llenos de desolación como último recurso de lo que fue, en aquél entonces, nuestro amor. Volviéndome a recordar.
Oh, Dios. ¿Por qué debo seguir cargando esta cruz?.
Sánalas.
Sáname.